Memorial de la “Colonia Dignidad”: una confesión incómoda para Alemania

Imagen de niños en la colonia dignidad para el artículo sobre el memorial

Publicado en Esfera Pública el 11 de Sept. 2023

En la preparación del golpe que finalmente llevó al dictador Augusto Pinochet al poder, posiblemente también participó el Servicio Federal de Inteligencia alemán (BND) – mediante entregas secretas de armas a través de la secta alemana «Colonia Dignidad» a los opositores de Allende. Los intereses alemanes frente a la junta, tal como lo demuestra una investigación del canal público de la MDR, funcionaba con el auspicio de los diplomáticos alemanes.[1]

Europa está en la búsqueda de minerales raros y energía barata. En especial Alemania: que necesita de electricidad para mantener su industria y su estatus de nación exportadora. La ecuación es simple. Si se tiene una producción baja en costo y con calidad en la manufactura, el producto es competitivo en el mercado internacional. Y el gas que provenía de Rusia, era un gas barato que ayudaba a bajar los costos en la producción. Pero la ecuación simple le ha salido mal a Alemania, sufriendo de una economía estancada y una inflación alta: según cálculos, la canasta familiar se ha encarecido en un 30% en los últimos dos años, un impacto para los consumidores alemanes acostumbrados a costos bajos y baratos.

En el 2023 el canciller, la ministra de relaciones exteriores, el ministro de agricultura y el ministro de Economía han viajado a Latinoamérica buscando reafirmar el tratado comercial que le otorgaría a Europa un acceso a los recursos naturales latinoamericanos.  El tratado no fue firmado por parte de las naciones latinoamericanas, que desde hace unas décadas han preferido ingresar a grupos no alineados como el BRIC o establecer relaciones comerciales con China. Tan sólo, y de manera poco pública, el Cerrejón ha estado exportando carbón a Alemania, haciendo al conglomerado suizo Glencore más rico.

Latinoamérica se ha distanciado de Alemania, y tiene razones para hacerlo. Latinoamérica de la postguerra fue para muchos nazis el lugar a dónde se fugaron de su responsabilidad de los crímenes cometidos contra la humanidad. Pero no sólo fue paraíso de nazis, sino objeto geopolíticas por parte de Alemania occidental, que no dudaron en utilizar los servicios de inteligencia que reclutó a muchos nazis, para evitar, cómo ellos mismos afirman, que el “comunismo” se expandiera en el continente: Investigaciones serias y bien fundamentadas han demostrado activamente la participación de la CIA, y de empresas multinacionales norteamericanas, así como del ejecutivo norteamericano en la persona de Richard Nixon en el golpe de Estado de Pinochet contra Allende.

50 años después, poco a poco, y con muchas dificultades para historiadores, comienza a esclarecerse la posición del gobierno de la Alemania Occidental frente a Pinochet y el gobierno de la junta. Difícil por razones muy particulares. ¿Recuerdan como el FBI llega a Mar O Lago y confisca documentos que Trump sin autorización había sacado de la Casa Blanca a su residencia privada? Desgraciadamente no sucede lo mismo en Alemania. Aquí los cancilleres, actuando contra la ley que obliga que todos los archivos durante su mandato sean entregados al archivo central de la unión (Bundesarchiv); terminan entregando gran parte de ellos a las fundaciones de sus partidos (en Alemania los partidos tienen fundaciones sin ánimo de lucro, tales como la Heinrich Boell Stiftung, del partido de los verdes, la Konrad Adenauer Stiftung del partido demócrata cristiano), y de esa manera pueden influir en la manera como la historia será escrita. Además, de procurarse del buen negocio de las autobiografías que se venden como pan caliente cada vez que llegan al mostrador.

David de Jong, el autor de “Nazis Billionares”[2], un libro que demuestra de forma clara como los grandes grupos industriales alemanes, entre ellos BMW, Porsche, Flick se beneficiaron gracias a los procesos de arianización de empresas y bancos, comprándolos por una mínima parte de su valor a sus dueños judíos y luego reclutando mano de obra esclavizada; argumenta que una de las estrategias para evitar los escándalos producidos por la revisión histórica, es contratar a un historiador, que hace un buen trabajo, pero cuyas investigaciones son sólo presentadas en círculos académicos históricos, con “papers” escritos en alemán. Por eso, pocos sabemos, por ejemplo, que Ferdinand Porsche tenía un socio judío al que expropió dos veces.

«No debemos meternos, debemos mantenernos a las reglas del derecho internacional consuetudinario, en especial cuando nosotros a los alemanes le ofrecemos la mejor protección»- responde visiblemente disgustado el Embajador de Alemania en Chile Kurt Luedde-Neurath cuando en 1973 le preguntan frente a una cámara de televisión, por qué, a diferencia de las otras embajadas europeas, Alemania federal no está recibiendo a los perseguidos políticos cuya vida y la de sus familias estaban en riesgo. Más proactivo se enseñó el Embajador en el otoño cuando en una carta dirigida al ministerio de Relaciones Exteriores en Bonn, condiciona un viaje de la Junta Chilena a Alemania para firmar tratados comerciales. La condición: debe mejorarse la imagen pública de Pinochet y de la Junta en la opinión pública alemana. Al diplomático le molesta la mirada crítica medios de comunicación alemanes. Durante su nombramiento en Chile los medios de comunicación habían indagado el pasado de Luedde-Neurath como miembro del partido de Hitler NSDAP y de las Sturmabteilung (SA).

Pero la vinculación de Alemania no termina en la actitud de un Embajador que parece tener simpatías por Pinochet[3]. Una investigación de Wilfrid Huismann para el canal público wdr, demuestra las conexiones del nazi criminal Walther Rauff con la formación del DINA, el aparato de seguridad y represión chileno, teniendo un papel decisivo enseñando técnicas de torturas y desaparición de cadáveres. Rauff fue reclutado por el BND, el servicio de inteligencia alemán, que se había vuelto bajo su director Gehrlen en el mejor empleador de criminales Nazis- De 1958 a 1962, Walther Rauff trabajó como enlace de inteligencia (NDV) para el BND en Sudamérica. Estaba amparado por su cargo de director de exportación y signatario autorizado de la Importadora Goldmann en Santiago de Chile[4] y según la investigación de Huismann, es posible que hayan desaparecido a muchos de los secuestrados a través de su empresa exportadora de pescado.

Rauff no fue el único nazi que encontró una nueva oportunidad gracias a Pinochet. Después de 1945, unos 1.000 oficiales de las SS, las SA y la Gestapo escaparon a Chile. Uno de ellos era Cornelius Krieg-Marbeck, que ya había sido instructor de las SS en lucha partisana y técnicas de interrogatorio en el Tercer Reich y que ayudó también a la formación de la DINA[5].

Pero entre ellos, Gerhard Mertins, oficial de la SS y uno de los mayores traficantes de armas del mundo (que también trabajó para la BND bajo el nombre de Uranus) fue quién suplió de armas a los detractores de Allende a través de la infame “Colonia Dignidad”, incluso antes del golpe de Estado de 1973.[6]

En los años 60, el predicador laico pedófilo Paul Schäfer fundó la Colonia Dignidad en el sur de Chile. Por fuera, era una finca alemana modelo; por dentro, un aparato de opresión con trabajo esclavo, malos tratos y abusos sexuales sistemáticos a menores. Paul Schäfer tenía las conexiones más estrechas con el régimen de Pinochet y con el servicio secreto chileno DINA- De esta alianza malvada funcionó dentro de la colonia un centro de tortura durante la dictadura. Stehle estima que un centenar de opositores al régimen, en su mayoría de izquierdas, fueron torturados, asesinados y enterrados. Sus cuerpos aún no han sido recuperados.

Que, durante más de cuatro décadas, Paul Schäfer y su estrecho círculo de dirigentes de Colonia Dignidad pudieron abusar, explotar, torturar e incluso, hay pruebas que gracias a sus contactos con Alemania y el servicio secreto, producir gas Sarín, no sólo se debió a la complacencia de la Junta Militar chilena.

Tanto diplomáticos como el Ministerio de Relaciones exteriores alemanes y el BND permitieron forjar un lugar donde ocurrieron abusos y atrocidades a los derechos humanos. La embajada alemana en Chile incluso retornaba las víctimas fugitivas de la Colonia a su depredador Schäffer. El BND estaba al corriente de las entregas secretas de armas a la «Colonia Dignidad» a través de sus agentes en Latinoamérica.

Cincuenta años después del golpe, la disposición del Ministerio de Asuntos Exteriores Alemán para edificar el memorial y centro de investigación en la “Colonia Dignidad” parece ser poca. Si bien el canciller Olaf Scholz se pronunció a favor de la creación de un monumento conmemorativo durante su visita a Chile a principios de año, el arsenal de estrategias de dilatación permite ganar tiempo mientras se firman los convenios de intercambio comercial que otorgan el acceso a la materia prima que Alemania busca desesperadamente…y hablando de materias primas…en el tintero de los historiadores está por aclarar otra confesión difícil de Alemania durante la dictadura de Pinochet, una que vincularía al gobierno alemán con sus intereses económicos en Coldeco, la empresa del Estado de Chile que lidera la producción mundial de cobre.


Notas

[1] Bergmann, Christian Bergmann y Fugmann, Tom. Colonia Dignidad Hat der deutsche Geheimdienst BND Pinochets Putsch unterstützt? https://www.mdr.de/nachrichten/deutschland/chile-putsch-bnd-colonia-dignidad-waffen-100.html

[2] De Jong, David, Nazis Billionaires The Dark History of Germany’s Wealthiest Dynastie. William Collins. 2022

[3] Pinochets Putsch, Deutschlands Furcht

https://www.zeit.de/politik/ausland/2013-12/pinochet-chile-asyl-deutschland

[4] Mitteilungen Der Forschungs- und Arbeitsgruppe „Geschichte des BND“ Nr. 2 23. September 2011 Walther Rauff und der Bundesnachrichtendienst https://multimedia.gsb.bund.de/BND/ImporterDownloads/mfg2bnd.pdf

[5] Walther Rauff Pinochets deutscher Pate

https://www.tagesschau.de/investigativ/wdr/chile-pinochet-diktatur-nazis-rauff-100.html

[6] Stehle, Jan, Der Fall Colonia Dignidad. https://www.transcriptverlag.de/shopMedia/openaccess/pdf/oa9783839458716.pdf

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