DOCUMENTA 15. ANATOMÍA DE UN ESCÁNDALO

Jorge Sanguino art market and art criticism
Taring Padi, People’s Justice, instalado en Friedrichsplatz (Kassel), 2022. Vía Facebook de Taring Padi

Por Jorge Sanguino published by artischock revista de arte contemporaneo

Tristemente este artículo no es una reseña de la documenta fifteen. Este artículo es una descripción de cómo se desarrolló la acusación de antisemitismo a los curadores y a algunos colectivos y miembros de este gran evento del arte internacional, el consecuente escándalo y sus consecuencias. Aquí, intentaremos presentar los eventos de manera cronológica, de la forma más neutral posible, para que cada uno(a) pueda seguir la actual discusión.

Sin embargo, este artículo también es una propuesta. Sin tomar partido entre si la acusación sobre antisemitismo es verídica o no, o si se trata(ba) de una crítica a ciertos procedimientos del estado de Israel que debían ser cobijados por el derecho a la expresión artística libre, me interesa entender el funcionamiento del sistema del “escándalo” en cuanto a sus consecuencias para el arte Latinoamericano y frente a estrategias artísticas y curatoriales. A decir, lo que se puso en juego no es lo que se dice, a saber, hablar sobre temas post coloniales, injusticia social, injusticia ambiental, etc, sino lo que se jugó en el escándalo: una redistribución de la legitimidad del autor(a), agente, emitente de discursos que son creados desde el sur global.

En pocas palabras, el escándalo de la documenta aseguró que curadore(a)s, artistas, agentes culturales idóneos en poner a circular esos discursos sean aquellos con los suficientes recursos financieros y sociales para entender las susceptibilidades culturales y los criterios europeos en la medida en que han nacido, vivido o estudiado en este continente.

De esa manera, el escándalo legitima el nivel de extracción, construcción y acumulación de capital cultural, en donde, por ejemplo, un curador europeo hace carrera apropiándose de los discursos postcoloniales, ambientales, de igualdad de géneros y razas que son originados por actores y actrices de otros lugares del mundo, ya que este curador, a razón de sus recursos, sería el más idóneo para funcionar dentro del panorama cultural europeo, que aquel que nace y vive en carne propia los conflictos en los que estos discursos se actualizan y funcionan.

Frente a esa legitimidad de la extracción, construcción y acumulación de capital cultural tenemos que enfrentarnos, así como denunciarla.

UNA EMPRESA DE 35 MILLONES DE EUROS LLAMADA DOCUMENTA

Antes de la cronología es importante situar la documenta en su razón jurídica y comercial. La documenta und Museum Fridericianum Veranstaltungs-G GmbH es una sociedad limitada (GmbH) con objetivos sociales (La “G” antes de GmbH) que organiza eventos (Veranstaltungen) cuyos socios son la ciudad de Kassel y el estado de Hessen. La documenta recibe dinero de la ciudad, del estado de Hessen y del Gobierno Federal (Alemania es un país federal, y aquí utilizo “estado” para denominar regiones políticas autónomas de un país como México, por ejemplo), a través de la Kulturstiftung des Bundes. Una organización que reparte los dineros del gobierno federal para arte y cultura. A estos dineros se suman los de los sponsors, como Volkswagen (una empresa donde hay participación del estado y del gobierno), y la caja de ahorros de los estados, las famosas Sparkasse.

Como toda empresa, en la documenta hay un gremio de control y una gerente. En el gremio de control se sienta el alcalde/alcaldesa de Kassel, el estado de Hessen y, hasta el 2018, el gobierno central. Como podemos ver, en la estructura de la empresa hay participación política activa, que puede, además, por ser un evento de cada cinco años y por su estructura federal, tener una orientación diferente a la del gobierno central. Bajo esta estructura, los directos implicados en la documenta son, junto a los curadores, el alcalde de Kassel, la ministra de cultura del gobierno central, la ministra de cultura del estado de Hessen, así como los otros participantes de los gremios de control, que pertenecen a diferentes partidos políticos.

Los curadores son seleccionados por una comisión a la que le encargan esa función por parte de la gerencia de la documenta. Este comité también ha sido acusado de tener responsabilidad en el escándalo.

Con un presupuesto de aproximadamente 35 millones de euros y con pronósticos de hasta 900.000 mil visitantes, la documenta es, en gran parte, un gran negocio para la ciudad y para el estado, que ha crecido en las últimas décadas. En el 2002 la documenta 11 costó 12,5 millones de euros y tuvo 700.000 visitantes, lo que representa un considerable aumento en ambas cifras si se le compara con la famosa documenta 5 curada por Harald Szeemann en 1972, cuyo presupuesto fue de 1,5 millones de euros y recibió 200.000 visitantes.

LOS ANTISEMITAS SIEMPRE SON LOS OTROS… EL DINERO LO ESPECULAN LOS OTROS… LOS GRIEGOS

Esta empresa no ha estado libre de escándalos. El año pasado, el Museo de Historia Alemana realizó una muestra en la que indagaba en la historia de sus primeras diez ediciones en el contexto del desarrollo político, cultural y social de la República Federal de Alemania entre 1955 y 1997. La investigación dejó claro que diez de sus fundadores, entre ellas sus figuras más relevantes, Werner Haftmann y Arnold Bode, fueron miembros activos del NSDAP, el partido nazi de la SA (SS).[1] En particular, artistas judíos que hablaban sobre la violencia de los nazis fueron excluidos de la documenta, así como artistas judíos ya fallecidos, que fueron asesinados por el régimen nazi[2]. Haftmann y Bode lograron durante más de 60 años crear un silencio alrededor de ellos, y promover mientras tanto el arte contemporáneo.

De igual manera, la documenta como empresa fue investigada por peculado por la fiscalía en el 2018 por la pérdida de 5,4 millones de euros y por el sobrecosto de la documenta 14, que abrió en aquella ocasión un segundo espacio de exposición en Atenas. A razón de que nunca apareció el dinero, renunció la gerente de la empresa, la señora Annette Kulenkampff, no sin antes recibir una buena indemnización. El veredicto fue el mismo: sin los griegos, no hubiese habido sobrecostos.[3]

LA ACUSACIÓN DE ANTISEMITISMO

Con una nueva gerente, la señora Sabine Schormann, la comisión[4] eligió al colectivo ruangrupa de Indonesia como curadores de la documenta 15. En enero del 2022 aparecieron las primeras acusaciones de antisemitismo en el blog Alliance Against Anti-Semitism Kassel[5]. En el texto hay dos acusaciones. La primera es que miembros de la comisión, los curadores ruangrupa y artistas son partidarios del BDS[6] (Boycott, Divestment, Sanctions), movimiento pro-Palestina que pide boicot al estado de Israel política, económica y culturalmente para aumentar la presión internacional frente a temas como la colonización israelí.

La carta abierta también criticaba la inclusión de los colectivos de The Question of Funding y Khalil al Sakakini Cultural Center (KSCC), cuya naturaleza anti israelí demostraba claramente la inclinación antisemita en la documenta.

Como en mayo del 2019 el Parlamento Alemán expidió una resolución que declaraba el BDS como antisemita, por lo que cualquier actividad cultural que tuviese relación con el boicot no debería tener dinero del estado,[7] los autores del blog pedían una revisión sobre la documenta 15.

En los días posteriores a la entrada de este blog varios periódicos retomaron la noticia, y por la composición política de la documenta pidieron explicaciones directas al alcalde de Kassel, el señor Christian Geselle, y a otros miembros. El tenor de las explicaciones era: la documenta no es antisemita, y hay que respetar la libertad de expresión artística.

En los meses posteriores el escándalo seguía en los medios, y el 28 de abril, Josef Schuster, presidente del Consejo Central de los Judíosen Alemania, le escribió una carta a la ministra de cultura, Claudia Roth, criticando el tratamiento del tema en la documenta. Su mayor malestar era que los participantes de una serie de conversatorios programados para el mes de mayo con el título We need to talk! Art – Freedom – Solidarity, cuya intención era hablar sobre la documenta, tenía tendencias antisemitas. Además, el presidente del Consejo añadió que la tercera de las charlas se concentraba en el racismo anti palestino y anti-islam[8], y que el Consejo Central de los Judíos no había sido invitado a formar parte en estos podios.[9]

El 4 de mayo, la documenta canceló los eventos. El 7 de mayo, ruangrupa escribió una carta abierta[10] en la que explicaba que las críticas de Josef Schuster habían llevado a que algunos miembros del podio se hubiesen retirado, por lo que era mejor posponer el evento. En esa carta, los curadores recapitulan la acusación, enfatizan que no son antisemitas, así como que la acusación sobre apoyo al BDS es falsa, en cuanto lo que algunos miembros han firmado es una carta en contra la resolución del parlamento alemán de mayo de 2019. Hasta ese momento, la organización documenta y su equipo curatorial contaban con el apoyo de la ministra de cultura, del alcalde y de otras personalidades.

En su discurso para la inauguración de la documenta el 18 de junio, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, comenzó afirmando que la discusión alrededor de la documenta lo había hecho dudar de participar en ella. Sin embargo, estaba allí para hablar claramente sobre lo sucedido. Aseguró, además, que estaba preocupado porque no había aparentemente artistas judíos participando, así como artistas del sur global no querían participar en eventos donde hubiese artistas judíos. “Boicotear a Israel es negar su existencia”, afirmó a la mitad del discurso.[11]

Dos días después encuentran motivos con carácter antisemita en la obra de Taring Padi, People’s Justice, un mural de ocho por doce metros que era el pendón de la documenta. Allí fue Troya. La obra es cubierta y, el 21 de junio, descolgada. El colectivo se excusa el 22 de junio y explica que la obra, surgida en medio de los conflictos durante la dictadura de Suharto en Indonesia, no tenía la intención de ofender a nadie, sino que es producto de un proceso cultural por manos de varios miembros.[12]

El canciller alemán decide cancelar su visita a la documenta y la ministra de Cultura exige explicaciones, argumentando que el gobierno central debe tener más competencias en los gremios de control de la documenta. Una pelea política se abre entre el gobierno central y el gobierno municipal, en la que el alcalde de Kassel, en una carta abierta fechada el 29 de junio, le afirma a la ministra que la documenta podría existir aun sin el apoyo del gobierno.

El 23 de junio, el colectivo de curadores se excusa públicamente por ofender y no haber revisado cuidadosamente las obras antes de su exhibición, mientras que la comisión toma la decisión de descolgar la obra de Taring Padi, llamando a los dos motivos presentes en la obra ‘caricaturas antisemitas’.

En vista del caos, el gobierno central y la dirección de la documenta deciden recurrir a la opinión experta de Meron Mendel, director del Instituto de Educación Anne Frank[13], que educa contra el antisemitismo, la discriminación y el racismo. El 29 de junio organizaron un panel llamado Antisemitism in art en el que participaron varios expertos, más no lo curadores.[14] Como problema central citaron la falta de comunicación entre los diferentes miembros, la falta de una estructura jerárquica en el proceso curatorial, ya que los curadores habían escogido un sistema horizontal, en el que varios colectivos estaban invitados y ellos, a la vez, invitaban a otros artistas. El sistema lumbung.

El 6 de julio el parlamento pide explicaciones sobre los sucesos de la documenta. Una instancia en la que la parte política del gobierno central invita a los participantes a dar sus declaraciones. A esa reunión llegan los curadores de ruangrupa, más no aparece la gerente de la documenta, Schoermann, ni el alcalde de Kassel. Una vez más, ruangrupa afirma no ser antisemita, y explica las condiciones en las que la obra de Taring Padi fue mostrada. A su vez, piden continuar con la documenta en la que esperan una unión entre el sur global y el norte global.[15]

A pesar de estos alcances para un diálogo, el 8 de julio, Meron Mendel, el director del Anna Franke, decide retirarse de su posición asesora de la documenta, citando falta de apoyo, estrategias dilatorias por parte de la gerente. Esa misma noche, Hito Steyerl pide retirar su trabajo, argumentando la falta de voluntad para aclarar el escándalo, así como las condiciones laborales de la documenta.[16]

La publicación el 14 de julio de un video en el Sud Deutsche Zeitung grabado durante las sesiones de instrucción y educación para los guías de la documenta, que muestra cómo responder a los visitantes sus críticas al carácter antisemita de la documenta, inicia una nueva batalla entre la ministra de cultura, Claudia Roth, y la gerente de la documenta, Schormann[17]. El 16 de julio, renuncia la gerente de la documenta.[18]

LA PRENSA NO PERDONA

El escándalo sigue, mientras la prensa alemana no perdona. En los medios alemanes son escasas las reseña sobre la documenta. En particular el FAZ, el diario más importante de Alemania, se ha encargado de documentar el escándalo, incluso siendo la primera página de la edición dominical. Pareciese que a la prensa le extrañara el añadido carácter aurático del objeto, cuando es convertido en obra de arte. La idea del sujeto creador, el genio. Uno sólo. Nunca un colectivo.

LA PRENSA PERDONA

Sin embargo, el escándalo de la documenta muestra las contradicciones dentro del sistema cultural alemán europeo. Empezando con Steimeier, el presidente Alemán, que dudó de visitar a la documenta, pero jamás dudó en apoyar la iniciativa de Walter Smerling, un polémico curador/marchante, para su exhibición Diversity United, en el Tempelhof, con la que obtuvo un millón de euros del gobierno central, apropiándose de los discursos de diversidad para tomarse un espacio de la ciudad (el antiguo aeropuerto de Berlín), en donde en conjunto con tiburones inmobiliarios y el apoyo de Putin comenzó a hacer exhibiciones de los artistas que comercializa.[19]

Ideal sería que, de igual manera como el escándalo ha exigido investigaciones y consecuencias para los curadores y el equipo de la documenta, esto sucediese también con ciertos actores de la escena cultural alemana. Un galerista importante de Berlín no sólo tiene acusaciones de abuso sexual sino además de abuso laboral. Sin embargo, éstas quedan silenciadas gracias a la influencia de los dueños de un reconocido magazín de arte, de sus influyentes coleccionistas y fans, y el uso de un equipo de abogados agresivos que envían cartas amenazantes a todos aquellos que se atrevan a poner una reseña negativa en Google.Aquí la prensa parece olvidar. Tal vez si los curadores de la documenta hubiesen seguido la misma estrategia, de contratar abogados agresivos, en vez de ofrecer y buscar un diálogo, la historia de esta documenta sería otra.

En el fondo, nos preguntaremos por qué esta misma tenacidad para aclarar un evento no se ha aplicado ni en los más mínimo para aclarar el lavado de activos y evasión de impuestos en los que el sistema del arte se ha reproducido y asentado.Las bodegas off shore de Ginebra siguen intactas, así como la especulación a la manera de un esquema Ponzi, con la que actualmente galerías venden a artistas mujeres jóvenes, expropiando los valores culturales y públicos de instituciones, para inflar los valores de manera artificial.

Pero un abogado exige recursos, y precisamente esos recursos son escasos cuando uno viene del sur. Faltan recursos incluso para proteger nuestros mismos recursos, en particular aquellos que han surgido como soluciones para apaciguar el conflicto y originar una justicia a través de las luchas sociales. El manto de sospecha que lanza el sistema cultural europeo a las acciones y supuestas ideologías de un(a) curador(a), artista o agente cultural del sur como sucede en la documenta, es una forma de expropiación de estos recursos.


[1]     https://www.dhm.de/en/exhibitions/documenta-politics-and-art/more-story/

[2]     https://learngerman.dw.com/en/the-nazi-tainted-politics-of-the-early-documenta-art-shows/a-57947013

[3]     https://news.artnet.com/art-world/prosecutors-expand-investigation-into-documenta14-officials-on-the-suspicion-of-embezzlement-1224827

[4]     Integrada por Ute Meta Bauer – NTU Centre for Contemporary Art (CCA), Singapur; Charles Esche –  Van Abbemuseum, Eindhoven; Amar Kanwar – cineaste; Frances Morris – Tate Modern, Londres; Gabi Ngcobo – curadora; Elvira Dyangani Ose, directora del MACBA; Philippe Pirotte – Rector de la  Städelschule; Jochen Volz – Director de Pinacoteca do Estado, São Paulo.

[5]     https://bgakasselblog.files.wordpress.com/2022/01/pm-documenta-fifteen-english-1.pdf

[6]     https://es.wikipedia.org/wiki/Boicot,_Desinversiones_y_Sanciones

[7] https://www.semanariohebreojai.com/articulo/828/parlamento+aleman+aprobar+resolucionque+condene+antisemitismo

[8]     https://www.artnews.com/art-news/news/german-jewish-group-documenta-anti-semitism-allegations-1234627009/

[9]     https://globalhappenings.com/entertainment/164794.html

[10]   https://www.e-flux.com/notes/467337/diversity-as-a-threat-a-scandal-about-a-rumor

[11]   https://www.bundespraesident.de/SharedDocs/Reden/EN/Frank-Walter-Steinmeier/Reden/2022/220618-documenta-fifteen.html

[12]   http://www.taringpadi.com/updates/?lang=en

[13]   https://en.wikipedia.org/wiki/Anne_Frank_Educational_Centre

[14]   https://www.dw.com/en/documenta-panel-discusses-antisemitism-but-without-curators/a-62315343

[15]   https://documenta-fifteen.de/en/news/speech-by-ade-darmawan-ruangrupa-in-the-committee-on-culture-and-media-german-bundestag-july-6-2022/

[16]   https://www.theartnewspaper.com/2022/07/08/hito-steyerl-withdraws-documenta-15-antisemitism-scandal

[17]   https://www.turi2.de/aktuell/sueddeutsche-schulungsvideo-zeigt-wie-documenta-guides-auf-antisemitismus-vorwuerfe-reagieren-sollten/

[18]   https://www.turi2.de/aktuell/sueddeutsche-schulungsvideo-zeigt-wie-documenta-guides-auf-antisemitismus-vorwuerfe-reagieren-sollten/

[19]   https://www.artforum.com/news/artists-pull-out-of-diversity-united-as-controversy-swirls-around-kunsthalle-berlin-87839

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